¡UNA HORA MENOS EN CANARIAS!

¡Buenas a todos una vez más!

Alejándonos de las tierras gallegas de la pasada entrada, hoy nos acercaremos un poquito más al Ecuador y buscaremos un poco de calorcito por el Archipiélago de las Canarias. En especial, me gustaría hablar de una isla a la que tanto mi familia como yo le tenemos mucho aprecio, a la que hemos ido cuatro veces y a la que seguro que volveremos dentro de poco. Lanzarote. En especial, del último viaje, hecho hace apenas un mes.

Lanzarote es una isla para desconectar, para ir a la playa y tumbarte en una hamaca a tomar el sol mientras te tomas un buen granizado de limón. Es una isla diferente a la mayoría de ellas. Tiene buenas playas, bien grandes y muy bonitas (las de la gran parte del archipiélago suelen ser de arena negra, dada la actividad volcánica). Es una buena isla para estar con los tuyos y disfrutar del mar y de todas sus ventajas.

En el último de mis cuatro viajes, hemos ido ocho personas de mi familia. Íbamos todas las mañanas a unas famosas playas (a las que recomiendo ir), situadas en un espacio natural protegido, es decir, en un parque natural, llamadas Playas del Papagayo (Monumento Natural de los Ajaches). Son un conjunto de cinco playas de arena blanca donde me ha encantado bucear, ver la gran variedad de peces que se pueden dar en una pequeña porción de agua. Las tardes las pasábamos en el hotel, de la tumbona a la piscina y viceversa, y por el medio una buena hamburguesa con patatas a modo de merienda.

Aunque, si lo que os gusta es comprar, todos los domingos en un pueblo situado en la mitad norte de la isla, llamado Teguise, hay un mercadillo enorme en el que venden todo tipo de cosas. Desde camisetas a cinco euros hasta Aloe Vera (he dicho Aloe Vera porque en Lanzarote es abundante y allí te sale más barato comprarlo). También os recomiendo que después de este paseo por el mercado, paséis la tarde en una playa a cinco kilómetros de Teguise, la playa de Famara. Famara es una gran playa, que da a mar abierto, destino, por lo tanto, de todos los surfistas de la isla.

Ya he visitado dicho archipiélago nueve veces, conociendo un total de cinco islas. De todas ellas, una de las que más me gusta es sin duda Lanzarote. Tanto a mí como a mi familia nos encanta. Siempre que vamos, vuelvo con la sensación de que volveremos una y otra y otra vez. Estoy seguro de que nunca será un adiós, sino un hasta luego.